Las
grandes civilizaciones pre-cristianas del Mediterráneo y el Medio Oriente, los
antiguos egipcios, hebreos, babilonios, persas, griegos, romanos y druidas,
poseían sistemas mágicos elaborados que influyeron en el desarrollo dela magia
en el mundo occidental y en nuestra comprensión de la magia hoy en día.
Egipto
(2700-50 A.C.)
En
el antiguo Egipto, los Faraones eran considerados mandatarios divinos,
poseedores de grandes habilidades mágicas. Como en muchas otras culturas, se
reconocían dos clases de magos. Los de mayor rango eran los sacerdotes, quienes
actuaban como sustitutos del Faraón si era necesario. Entre estos se encontraba
el Visir, como lo fue Imhotep. La segunda clase de mago eran los populares (del
pueblo), sanadores y brujos. El dios egipcio de la magia era Toth o Tehuti,
representados con un ibis o un mandril respectivamente. De la antigua magia
egipcia viene la idea del poder de los nombres sagrados, que tuvo gran
influencia en el desarrollo de la magia en Europa durante la edad media y el
renacimiento.
Pueblo
Hebreo (1630-587 A.C.)
Aunque
la ley judía prohibía toda práctica adivinatoria y cualquier forma de
hechicería, dos de las más grandes figuras del antiguo testamento (Moisés y
Salomón) son conocidos como parte de los más grandes magos de todos los
tiempos. Se dice que Moisés fundo una escuela secreta llamada Misterios del
Tabernáculo. Los primeros cinco libros de la Biblia (El Pentateuco) conforman
la Tora (que significa “ley”) y se cree que fueron escritos por Moisés mismo.
Bajo sus elaboradas reglas y detalladas instrucciones, se presume en muchos
círculos mágicos que están cargados de simbolismo, alegorías y parábolas. La
llave de dicho simbolismo, acorde con los Misterios del Tabernáculo, constituye
lo que ahora se conoce como la Cábala.
Por
su parte, el Rey Salomón gobernó el pueblo de Israel en el siglo 10 antes de
Cristo y construyó el mayor templo de la historia de la humanidad. Conocido por
su sabiduría y su riqueza, su prosperidad y longevidad, Salomón pasó también al
mundo de las leyendas de la magia. El Talmud nos cuenta como el monarca ejercía
dominio sobre los animales del campo y las aves, invocaba demonios y espíritus
sobrenaturales con la ayuda de sellos y talismanes y un anillo mágico. Se cree
que empleó a muchos demonios y otros espíritus en la construcción del templo y
la obtención de los materiales para ello, y que de otros planos y seres
superiores e inferiores obtuvo grandes secretos del universo, el secreto de su
sabiduría. El Testamento de Salomón y otros textos mágicos son atribuidos a él.
Además se cree que era un maestro de la Cábala, la alquimia y la necromancia.
Babilonia
(612-538 A.C.)
La
palabra “Babilón” significa “puerta de los dioses”. Los babilonios se
especializaban en astrología, astronomía y matemática, mantenían registros
detallados del movimiento de los planetas, las estrellas y muchos eventos
cósmicos, como eclipses, supernovas, retrógrados planetarios, etc. También
desarrollaron un arte para los sigilos, sellos, talismanes, amuletos y otros
que aún son utilizados por los magos modernos. La casta de sacerdotes en
Babilonia era de la más alta educación y el más profundo secreto. Creían que
todas las enfermedades se debían a la ira de los dioses y se llevaban a cabo ceremonias
especiales sólo para quienes podían pagarlas. El resto de la población se
dirigía a los templos menores, donde ellos mismos podían pedir favores a los
dioses y ofrecer ofrendas y sacrificios.
Persia
(539-331 A.C.)
La
palabra magia en si misma proviene de los sacerdotes de Zoroastro en la antigua
Persia, quienes eran llamados Magi. Alcanzaron el pico de su fama durante el
dominio el Imperio Persa. Los Magi eran conocidos por sus dones para la
adivinación (especialmente la astrología) y la sanación. Creían que el universo
estaba vivo y que era la manifestación de lo divino, y adoraban los planetas,
estrellas y otros cuerpos celestes; también adoraban a los cuatro elementos.
Poseían una dualidad divina, donde Ahura Mazda, señor de la bondad, sabiduría y
verdad, se oponía al malvado y tramposo Ahriman. Las creencias de Zoroastro
tuvieron gran impacto en el desarrollo del cristianismo.
Grecia
(480-323 A.C.)
Los
griegos desarrollaron un sistema complejo de filosofía y prácticas mágicas,
influenciados por los conceptos de los egipcios, el Medio Oriente y Asia. Su
dios de la magia era llamado Hermes, de donde provienen los Misterios
Herméticos. Así como los egipcios, su idea de la magia estaba dividida en dos
clases particulares definidas por su propósito de servir a los poderosos o al
pueblo. A lo largo y ancho del mundo grecorromano, quienes ejercían mayor
influencia eran los Oráculos, dedicados a varias deidades. En estos sitios,
sacerdotisas especialmente entrenadas daban, a quien lo requería, predicciones
o respuestas algo difíciles de entender, pues se expresaban en rimas y versos
complejos. También durante este periodo, se empleaban diversas formas de
adivinación, siendo la más común el estudio de las entrañas (especialmente el
hígado) de animales sacrificados para este propósito. Grecia fue hogar de los
más conocidos misterios del mundo, como los de Eleusis, que representaban la
historia de Deméter, diosa de las cosechas y los frutos, su hija Perséfone,
doncella de las flores, y Hades, señor del inframundo, quien secuestra a
Perséfone en otoño para convertirla en su esposa, lo que causa la muerte del
verdor de la naturaleza hasta su retorno en primavera.
Gran
Bretaña (600 A.C. - 500 D.C.)
Entre
las islas británicas, la casta encargada de la magia de los celtas eran los
Druidas. Dru para ellos significaba “verdad”, y los Druidas eran “los que
conocían la verdad”. Este titulo también se relacionaba con el roble, y se les
suele llamar “sacerdotes del roble”. Los Druidas creían que el agua y el fuego
fueron los bloques originales sobre los que se creo todo el universo, y que los
arboles, piedras, plantas y animales de todo tipo eran tan sagrados como los
espíritus invisibles de otros mundos. Honraban a los dioses y diosas de los
celtas y celebraban festivales durante los equinoccios y solsticios del año.
Tanto hombres como mujeres se encargaban de dictar la ley, promover la cultura
y enseñar las costumbres, trasmitir mitos y leyendas, sanar a los enfermos o
heridos, mantener un registro genealógico, matemática, astronomía, adivinación
y trabajos mágicos por igual. Los Druidas legitimizaban y presidian sobre los
reyes.
La
cultura Celta originalmente surgió en el este de Europa, moviéndose lentamente
hacia el oeste con el pasar de los años. Durante mil años o más, la religión y
costumbres celtas cubrieron la mayor parte del continente, desde las costas de
Francia hasta el Mar Negro, y de Alemania al norte de España e Italia. Los
Druidas y su religión se convirtieron así en los ancestros de la cultura
Europea como la conocemos hoy. Sin embargo, fueron fuertemente perseguidos por
el imperio romano, aunque no lograron alcanzarlos en las misteriosas tierras al
norte de Irlanda y Escocia, y los Druidas se mantuvieron firmes y activos en
muchas zonas hasta entrado el siglo 17.
Roma
(735 A.C. – 455 D.C.)
El
principal dios de la magia para los romanos era Mercurio, mensajero de los
dioses. Los romanos empleaban hechizos y contras para derrotar a sus rivales y
ganarles en política y prosperidad. Aunque la hechicería era popular y de
conocimiento publico, también era temida por los poderosos y se dictaminaban
fuertes leyes en su contra. La ley de Cornelio decía: “Videntes, encantadores y
quienes usan la magia para el mal; quienes conjuran demonios, perturban los
elementos, usan imágenes de cera para la destrucción, ellos serán castigados
con la muerte”. Ideas como esa colaron con rapidez en el desarrollo de la
iglesia cristiana.
Europa
Medieval (455-1400 D.C.)
Debido
a que la magia mantenía la conexión del pueblo con sus tradiciones ancestrales,
la iglesia cristiana se esforzó por separar la magia de las prácticas
religiosas aprobadas. El uso de la magia estaba prohibido, mientras que la
iglesia misma adoptó aquellos ritos que consideraba útil a medida que iba
rechazando lo demás. En la Europa Occidental, la mayor parte de poblados y
villas tenían alguna forma de sanadoras y hechiceras. Estas, llamadas brujas,
eran en su mayoría mujeres. Sus artes eran conocidas como la forma “inferior”
de la magia, contraria a la forma “elevada”, como la alquimia. Tales mujeres
eran perseguidas por la iglesia, de ellas se decía que “eran llevadas por el
demonio a creer en ilusiones y fantasías, donde montaban bestias durante la
noche con Diana, la diosa pagana, y una horda de seres”.
A
pesar de la prohibición eclesiástica sobre la magia, la alquimia floreció en
Europa desde el siglo 7 hasta el 17. Basada en los Misterios Herméticos, la
alquimia haya su origen en el antiguo Egipto. Cuando los árabes conquistan
Egipto en el siglo 7, adoptan la alquimia y la llevan con ellos hacia Marruecos
y España. En menos de 200 años, España se convierte en el centro más importante
de estudios alquímicos del mundo. Pronto esta ciencia se propagaría por el
continente entero. Durante unos 8 a 16 siglos, varias formas de magia medieval
emergieron de la renovación de las teorías y filosofías de Platón, la Cábala y
doctrinas orientales traídas durante las cruzadas. Los Templarios, por su
parte, desarrollaron un sistema mágico basado en las enseñanzas de algunas sectas
en Jerusalén. Los magos de Europa eran personajes de gran cultura y estatus
social, doctores, alquimistas, sabios; su magia consistía en intrincados
procesos que involucraban el vestido, herramientas mágicas y símbolos junto a
nombres sagrados de poder para invocar o desterrar espíritus, el nombre
impronunciable del dios de los hebreos, Iahvé, conocido como el Tetragramatón
(cuatro letras), se convirtió en el más poderoso de todos estos.
Los
magos y hechiceros tuvieron una existencia tranquila hasta el siglo 13, cuando
la iglesia estableció La Inquisición. En los siglos 13 y 14 la filosofía de
Aristóteles se volvió más aceptada que la de Platón. Esta decía que no existía
la magia natural, por lo tanto, todo acto de magia debía estar presidido por un
ser divino o un demonio. Para el siglo 16 los magos, brujas y hechiceros,
vistos como competencia para la iglesia en expansión, fueron perseguidos y
masacrados bajo cargos de herejía. Los siglos de persecución, desde 1277 hasta
1736, se conocen en el mundo mágico como “el tiempo de las hogueras”.
El
Renacimiento (1400-1605 D.C.)
El
termino “Wizard”, que se traduce como hechicero o brujo, se usó por primera vez
alrededor del 1400 y se aplicaba tanto a hombres como mujeres. Casi todo
poblado o villa de Europa poseía al menos uno, quien era respetado y amado.
Este se especializaba en magia práctica, ofreciendo una variedad de servicios
que iban desde la adivinación, encontrar objetos perdidos o tesoros o
interpretar sueños, hasta sanar personas y animales, ahuyentar malos espíritus
y luchar contra brujos, duendes, hadas y otros seres mágicos.
La
magia medieval llego a su máxima expresión durante el renacimiento en el siglo
16 bajo Cornelius Agripa y Paracelso en el continente y John Dee y Robert Fludd
en Inglaterra. El libro “La Filosofía Oculta” de Agripa trataba sobre nombres
divinos, magia natural y cosmología. Paracelso hacia énfasis en la importancia
de la doctrina Hermética donde “así como es arriba, es abajo”, que dicta que el
microcosmos de nuestro planeta refleja el macrocosmos del universo. Fludd,
cabalista por excelencia, intentó reconciliar las filosofías de Platón y
Aristóteles.
Durante
el renacimiento, los practicantes de “alta” magia eran intelectuales que
buscaban el desarrollo de la alquimia y la sabiduría Hermética. Estudiaban y
seguían las enseñanzas de Agripa, Paracelso, Dee, Platón y otros. Leían los
grimorios, invocaban espíritus en ceremonias y veían el futuro en cristales. A
menudo servían como consejeros para la realeza. Junto con Edward Kelly, John
Dee desarrolló lo que se conoce hoy en día como el sistema de magia enoquiana,
un lenguaje especial para llamar espíritus y viajar a través de diversos
planos.
La
Era de la Razón (1605-1900 D.C.)
Durante
los siglos 16 y 17, la palabra hechicero se aplicaba a toda clase de
practicantes de la magia. Pero en mitad del siglo 17 la hechicería comenzó a
perder su popularidad, relegándose sólo al campo. En el año 1662 se fundó la
Academia Real de Ciencia en Inglaterra. Fue el comienzo de la separación entre
el mundo de la magia y el mundo material, se redefinieron las disciplinas y se
desecho todo lo que era “poco científico” como “falso”. La astronomía se separó
de la astrología, la física de la metafísica y la química de la alquimia. Con
esta división, el hemisferio izquierdo de la humanidad se separó del derecho, y
la civilización occidental comenzó su vida moderna viendo al mundo con un solo
ojo.
En
el mundo mágico, los siglos 17 y 18 fueron testigos del nacimiento de muchas
órdenes secretas, tales como los Masones y los Rosacruces. Sus rituales estaban
basados en la Hermética, los Misterios, el tarot, la Cábala y la astrología.
Varios grimorios, conteniendo instrucciones de rituales mágicos, circulaban
libremente; el más conocido de todos, “El Testamento de Salomón”, aún es usado
hoy en día.
Durante
los siglos 17 y 18 se desarrollo la magia ceremonial, que consistía de
complejos rituales para invocar demonios y otros espíritus y manejarlos a
voluntad, aunque esto requería de gran condición física y espiritual,
preparación mental y control emocional. Los magos ceremoniales se derivaban de
creencias judeocristianas y su uso de dios y los demonios. Creían que estos
últimos eran más fáciles de controlar que los ángeles. En su máxima expresión,
la magia ceremonial es capaz de transportar al practicante a los más altos
reinos del misticismo y la elevación de su ser.
La
alta magia recibió una nueva oleada de interés a comienzos del siglo 19 con la
publicación de “El Mago” de Francis Barret. Este renacer estuvo influenciado
por Eliphas Levi, cuya explicación del funcionamiento de la magia en su libro
“Dogma y Ritual de Alta Magia” tuvo gran impacto. Levi estableció las tres
leyes de la magia: el poder de la voluntad, la luz astral y “así como es
arriba, es abajo”. Otros factores que contribuyeron al crecimiento y expansión
de la alta magia fueron el Espiritualismo y la Teosofía, ambos relacionados con
la comunicación con espíritus y los muertos. La magia práctica, mientras tanto,
seguía siendo algo rural y de menor categoría. Después de 1825, la palabra
hechicero se volvió casi un sinónimo de brujo, pero su uso decayó al llegar el
siglo 20.
Edad
Moderna (1900 D.C. en adelante)
Quizás
el mayor sistema de magia ceremonial occidental es el desarrollado por la Orden
Hermética del Amanecer Dorado, fundada en Inglaterra por tres rosacruces a
finales del siglo 19. El Amanecer Dorado se expandió junto con las enseñanzas
de Levi, añadiendo una cuarta ley, la imaginación, sin la cual la voluntad no
era efectiva. El Amanecer Dorado tuvo mucha influencia en Aleister Crowley, conocido
como uno de los más grandes magos del siglo 20. Su mayor contribución fue la
popularización de la Ley de Thelema: “Haz lo que desees, esa es la ley”.
Otra
orden mágica que ha influenciado la historia es la Ordo Templis Orientis (Orden
del Templo del Oriente), fundada a comienzos del siglo 20 por Karl Kellne, de
origen alemán, y devoto de la magia sexual tántrica. La década de los 50 trajo
consigo el renacer de la magia, la hechicería y el paganismo de la mano de
Gerald Gardner, un inglés que publicó varios libros, creó rituales e inició
personalmente a cientos de brujos y brujas en todo el mundo. De los años 60 en
adelante, muchos grupos mágicos hicieron su aparición, y los practicantes pasaron
de cientos a miles y millones. Un sinfín de libros cubriendo hasta el más
mínimo aspecto de la práctica mágica fue presentado al público, dando vida a
una cultura de lo oculto a nivel mundial.
Y
finalmente, el siglo 21 ha visto la apertura del misticismo, la hechicería, el
paganismo, la magia y lo oculto como estilos de vida, más que como prácticas
secretas y llenas de misterio. Gracias a la publicación de videojuegos, libros,
series y filmes como Lineage, Warcraft, Las Hechiceras, Las Crónicas de Narnia,
Harry Potter y el Señor de los Anillos, la magia ha tenido mejor aceptación y se ha vuelto a poner al
alcance de todos.
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